El Bronx, antes conocido como “El
Cartucho”, está ubicado entre las calles novena a décima, entre las carreras 15
a 16. Se encuentra detrás de la iglesia del Voto Nacional, y tiene apenas unas
cuadras de distancia del Comando Central de la Policía Nacional de Bogotá.
En las primeras décadas del siglo
XX era un sector exclusivo y lujoso llamado barrio Santa Inés, donde los
extranjeros adinerados tenían hermosas mansiones para pasar tiempo de
vacaciones o albergar a sus familiares.
Durante el año de 1949, en los
eventos del Bogotazo, la turba enardecida por la muerte de Gaitán destruyó
varias de las construcciones del barrio Santa Inés y la iglesia quedó
seriamente afectada. En El Cartucho había de todo: niños, ancianos, jóvenes universitarios,
empresarios prestigiosos, profesionales de renombre. Todos, absolutamente todos tocados por la
desgracia de las drogas que un día llegaron a sus vidas y no pudieron salir de
allí. Cayeron tan profundo como era posible y terminaron en el abismo de
anonimato que se vive en el Cartucho. Sólo les quedaba sobrevivir.
Varios encuentros violentos y
fuertes tuvieron lugar entre la Policía y los habitantes del sector, quienes se
negaban a ser sacados de allí. Cerca de
10.000 personas requerían ser reubicadas; muchas de ellas fueron puestas en
centros de rehabilitación e incluso se emplearon en algunas entidades del
Distrito. Pero otro tanto permaneció allí, inamovible. Las autoridades ganaron la pelea y la zona de
El Cartucho fue desmantelada. En su lugar, se construyó el parque Tercer
Milenio y se recuperó el área en un 80%. El Cartucho se convirtió en un par de
cuadras que ahora se conocen como El Bronx. Las historias sobre el
levantamiento de El Cartucho son tantas como escalofriantes: van desde los
cuerpos de bebés y niños apilados en el sótano de lo que en alguna época fuera
una escuela, hasta un policía enterrado con casco y moto. Cientos de restos
humanos fueron encontrados enterrados torpemente entre el asfalto agrietado, el
lodo, la tierra y los huecos. Los restos de todos aquellos que perecieron allí,
por las drogas o por la delincuencia.