7 DE AGOSTO

El 7 de agosto del año 2002, tres Rockets impactaron la zona conocida como el cartucho. Habla una victima de este suceso que relata muy brevemente su experiencia ese dia, estas son algunas de las palabras de este habitante de la calle... Ese día nos pegamos un rumba la berraca aquí en El Tucho. La venta de bazuco estuvo buena y mí parcero Gerardo, que estaba enviciadito al polvito se calentó los pulmones desde las ocho de la noche. Esa noche hizo un frío el ...  y casi todos los del parche nos dormimos retrabados. Al otro día la tomba llegó a joder la vida y hacer inspección,cuando la tomba se fue recogimos con Gerardo el cambuche y nos fuimos pa donde Floro, que era un man que nos regalaba la aguapanelita por la llevada de la basura del restaurante de él. Ese día nos dio la aguapanela bien caliente con tres calaos a cada uno. Ah bueno, ese día entonces nos bajamos otra vez pa´l rastrojo como a las once de la mañana, y nos encontramos con Lupe. Nos regaló unos huesos de pollo que le habían dado. Yo le dije que nos veíamos en el tucho por la tarde pa´regalarle la pizquita.  Es que vea, menos mal yo me salí del bazuco desde esos días y  me ha servido ¡pa´que!. Con Mayely, la mujer mía, llevamos dos años y tenemos un chinito de 15 mesecitos lo más de lindo.  Eran como las tres cuando unos chinos aparecieron por allí donde quedaba la entrada. Los chinos venian dizque por bareta. Yo ya les había comprado varias veces y me regalaban la luca. Entonces yo me paré del costal y me fui pa’ allá. Preciso, lo chinos venían por cinco lucas de bareta y les cobré dos mil por la traída. porque estaba caliente y era festivo. Los chinos sacaron la plata y me les entré a conseguirle la remesa. Yo les compré cuatro lucas no más, pa´ sacarme otro mil más pa´ repelar por la noche. Pues cuando le llevé la trabita a los chinos y les di el encargo, ¡hermanito!… se escucho como un silbido durísimo por el cielo. Los chino se azararon y yo también. Ahí mismito dijeron los chinos que eso era como un cohete, pero yo no me imaginaba que era verdad. Ahí mismito cayó uno adentro de la calle, y los que se pisan pa´dentro. Cuando arranqué en pique pa´l cambuche, eso había un alboroto el hijuemadre. Había una humareda la berraca que no me dejaba ver. Yo buscaba era a Gerardo, cuando otro totazo se escucho ahí no más. ¡Y nos estaban era bombardeando!.Ahí mismito se empezó fue a ver sangre por todo lado. Yo buscaba a Gerardo y ¡nada mano! Eso la gritería era por todo lado, sacaban heridos por todo lado, y yo no encontraba a mi parcero. Ya bien adentro me metí cuando el Chaman,venía con el parche de él, cargando una gente. Ahí iba el viejito Jairo todo herido. La cara iba llenita de sangre. Ahí mismo, yo le ayudé al Chaman y le pregunté de una por el Gerardo.Cuando sacamos al cucho ya habían como unos diez tombos ahí afuera. De una nos metimos a buscar al Gerardo y nada. Eso era un infierno. Yo no pude encontrar al Gerardo porque nos tocó sacar una mano de gente que había quedado mal. Eso sacamos un man todo quemao en la cara y gritando. ¡No chino eso fue muy paila! Ya como a la hora había como unos cuarenta parceros que vivían ahí en El Cartucho, y entre esos Gerardo. A mí se me puso la piel de gallina, el man estaba re jodido. Todo ensangrentado. Yo le gritaba a los médicos esos y ninguno venia ahí. Yo me puse a llorar. El man ya estaba era en el otro lado. Ese día murieron muchos, como unos veinte parceros, más los heridos.        

A la hora de la verdad, eso a mi se sirvió pa´ la vida. Los muertos los demoraron en medicina legal porque ningún familiar llegaba a reconocerlos. Como a la semana, varios parceros fuimos a reclamar a los compiches. Por esos días hubo unas fundaciones que llegaron a auxiliar a los que quedaron con problemas de la cabeza y a los que se querían regenerar. Yo me metí ahí con la fundación Sol Ser porque ya no me quedaba nada. La verdad, pelao, más de uno quedó paniquiao.Ahí estuve dos años desde la posesión de Uribe y me logré regenerar gracias a la doctora Sandra, que fue buena con los que se quisieron rehabilitar.